Monte del Rosario
Desde la plaza del Lledoner centenario (uno de los árboles singulares de la Isla), detrás de sa Fonda, veréis un camino empedrado que sube al lugar donde la tradición sitúa la trobada de la Santa Figura.
En el camino de subida, encontraréis el pequeño cementerio (un remanso de paz a la sombra del encinar) y los cinco monumentos de piedra con los tres alto relieves de bronce que representen los misterios del Rosario (¡Gozo, dolor y gloria, como la vida misma!). Son verdaderas obras de arte de los arquitectos Joan Rubió i Guillem Reynés y del escultor Josep Llimona, con la asesoría del afamado Antoni Gaudí.
Al llegar a la cumbre, podréis reposar en una pequeña explanada coronada con el signo de la cruz, desde donde contemplaréis la espléndida panorámica del valle de Lluc y del clot d’Aubarca, de los tejados del Santuario y de la montañas de la Serra que en en invierno se enharinan de nieve.
El itinerario dura de 20 a 30 minutos, pero merece la pena. Seguramente os encontraréis a visitantes que hacen el camino con curiosidad y, con suerte, a alguien que sube orando.